Las culturas del Neolítico en China, el nacimiento de una civilización

Durante el Neolítico pleno que se desarrolló en China entre el 5000 y el 3000 a.C, florecieron en el este de su territorio diversos pueblos que dieron lugar a un mosaico cultural con rasgos tan comunes como dispares, y que a lo largo de los siglos acabaría unificándose para componer la civilización china.

Ceramica pintada de
Yangshao
En la China del norte, sobre las tierras de loess en la cuenca del río Amarillo, se formó la cultura de Yangshao, que se organizaba en poblados y comenzaba a practicar la agricultura con el cultivo esencial del mijo y otros productos como soja, melocotones, moreras, cebollas… Y una ganadería de perros y cerdos, además del inicio de la cría del gusano de seda. No obstante, todavía tenían gran importancia la caza, la pesca y la recolección.
Esta cultura también desarrolló una cerámica hecha a mano y pintada con motivos geométricos y referentes a la pesca; y en las que aparecen por primera vez marcas que referenciaban al alfarero o propietario y que pueden ser antecedentes de los primeros caracteres chinos de etapas posteriores.

Jarra ritual de
cerámica Dawenkou
También en el norte, situada en la península de Shandong, emerge la cultura de Dawenkou, con un desarrollo comparable al de Yangshao. Esta cultura muestra una sociedad más compleja, en la que comienza a existir una tímida diferenciación social y existe mayor variedad ritual.
No obstante, lo más representativo de los Dawenkou es su cerámica, hecha en torno, que presenta multitud de formas y colores. Entre ellas hay que destacar el trípode ding y el recipiente dou, que seguirán elaborándose en etapas posteriores.

Más en el norte, ya en el sur de Manchuria, a orillas del río Liao, encontramos la cultura de Hongshan. Ésta se ha desarrollado alejada del marco cultural de Yangshao y muestra rasgos muy particulares, como la aparición de huesos oraculares, escápulas de ciervos o corderos con incisiones hechas para la práctica de rituales adivinatorios (esta técnica seguirá siendo empleada posteriormente por las primeras dinastías de la civilización china).

Dragón de jade de Hongshan
Otro hallazgo de gran relevancia perteneciente a Hongshan son las piezas de jade tallado, que representan animales tanto reales como mitológicos. En las excavaciones realizadas en Chifeng, se encontró el primer dragón de la cultura china. Fue tallado en un jade negro y verde en forma de C, con una cabeza detallada en la que se aprecian los ojos, boca, nariz y crin del dragón. Este animal mitológico (resultado de la combinación de partes de animales como serpientes, peces, águilas, gambas, ciervos, y burros entre otros), que surge en Hongshan ha perdurado en la civilización china como un símbolo, un rasgo distintivo común que se ha mantenido a lo largo de milenios.
Estas piezas de jade también son muy importantes por demostrar el contacto que se iba dando entre las distintas culturas de la época. Hongshan no tenía jade, así que debía de obtenerlo de una región lejana (posiblemente de las montañas de Henan), debían de comerciar con él a través del trueque. Cabe destacar que obtenían una elevada producción agrícola de las orillas del río Liao, con suficientes excedentes para poder comerciar con los poseedores del jade, que vivían en la alta montaña, terreno de difícil cultivo. Como consecuencia de este intercambio tuvo lugar la aparición del comercio.

Así, Hongshan fue la primera cultura comercial y se reflejó en el desarrollo de la especialización y una creciente diferenciación social. Aparece una clasificación en comerciantes, artesanos y agricultores entre los que se reparte la población. Sin embargo, hay que destacar que tanto el comercio como la producción son actividades sociales, no privadas, y buscaban el beneficio de todo el pueblo.

Construcción sobre postes
de madera, ruinas de Hemudu
También en el sur, entorno a la cuenca del Yangzi evolucionaron culturas propias, como la de Majiabang y Hemudu. Debido a la gran diferencia climática entre el norte y el sur de China (cuanto más al sur mayor humedad e influencia tropical), las culturas que surgen en esta región tienen características muy diferentes a las del norte. Sus cultivos son aquí principalmente de regadío: tubérculos y vegetales, frutales y, principalmente, el arroz, un producto fundamental en la alimentación china que se extenderá de aquí a todo el territorio en épocas posteriores. Sus representaciones artísticas, trabajadas en madera, necesitaban ser protegidas con laca de la humedad ambiental. Y sus casas estaban construidas sobre pilares para levantarlas del suelo a menudo inundado.

Estos núcleos culturales que se desarrollaron durante el Neolítico pleno fueron extendiéndose e interaccionando entre sí, de manera que sus rasgos y costumbres se mezclaron unos con otros a lo largo de los siglos. La civilización china es el resultado de la interrelación de todos estos focos culturales desde el 5000 a.C.
Así, acabaron extendiéndose las prácticas rituales, la mitología y el trabajo del jade de Hongshan; la cerámica a torno y sus modelos de Dawenkou; el mijo y los productos de secano y la cerámica pintada de Yangshao; el cultivo del arroz y el uso de la laca del Yangzi, entre otros elementos, por todo el territorio y acabaron dando lugar a una cultura común y completa, que cristalizó en la cultura de Longshan hacia el 3000 a.C.

Extensión de la cultura de Longshan
La creciente complejidad de los pueblos de Longshan se tradujo en un aumento de la desigualdad social, como demuestran los hallazgos arqueológicos en los enterramientos, que reflejan una organización en linajes jerarquizados. Así como la presencia de sacrificios humanos, consecuencia del crecimiento de la violencia en esta época. También los restos de murallas de tierra apisonada (otro rasgo distintivo que llegará a dinastías posteriores y que se utilizará en obras como la Gran Muralla) dan muestra del incremento de las guerras, además de la transmisión tecnológica y el comienzo de grandes obras públicas, que significan una mayor organización de la población. En esta organización debía haber un líder que dirigiese las obras y trabajos, lo que nos lleva a pensar en la aparición de protoestados.

Más adelante, entre el 2000 y el 1800 a.C, (durante el período que se atribuye a la primera dinastía, la Xia), surgió la cultura de Erlitou, que presenta una diferenciación de clases todavía más acusada que la de Longshan. Se han encontrado palacios y tumbas que debieron pertenecer claramente a una clase dirigente ya muy diferenciada del resto del pueblo y organizada en linajes. Este desarrollo social y cultural enlazará directamente con lo que será la dinastía de los Shang (sg. XVIII-XI a.C).


Bibliografía:
- Folch, M. D., La construcción de China. El período formativo de la civilización china, Península, Barcelona 2002.
- Mu Xiuwen, “La cultura de Hongshan”, Revista Instituto Confucio, número 48, mayo de 2018.
- Apuntes de la asignatura Historia premoderna de AO, impartida por el profesor Jesús San Bernardino.

Comentarios

  1. Apasionante el tema de los inicios. Siempre me ha intrigado ese primer momento crucial cuando el primer hombre decide que está por encima de otro en la escala social.

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